La cita había llegado, no hay plazo que no se cumpla y el domingo fue el día en el que los torpedos seguidores de Non Servium se juntarían para escucharlos por primera vez en el Estado de México.
El clima no daba indicios de lluvia, el sol estaba radiante, pero se ocultó y las nubes comenzaron a surgir para dar pie a una pequeña lluvia que refrescó a las personas que se encontraban afuera de “El jefe de jefes”, el salón que, después de tanto, fue quien recibió a los españoles.
Afuera, comida y cerveza acompañaban a los que esperaban para ingresar al lugar. Algunos puestos en donde podías comprar tu playera, parches o discos alusivos a la ocasión.
Faltaban 10 minutos para las 8:00 pm, y se comenzaron a escuchar botellas estrellándose y un fuerte ruido al exterior del recinto, al grito de ¡portazo! Comenzaron a sonar las láminas que separaban la entrada de la calle, por fin derribadas, el próximo límite era una puerta de madera, una vez rota, todos ingresaron al lugar, dispersándose por donde hubiera acceso.
El lugar no fue lo que se esperaba cuando los organizadores dijeron que moverían el concierto a un lugar más grande por la seguridad de los asistentes a pocos días del evento. Contaba con dos pisos y la pista en medio, el escenario a la altura del tercer piso. Todos tendrían buena vista y disfrutarían el concierto si no hubiera sido porque el salón excedió su capacidad.
Todavía no sé si la culpa la tuvo el portazo o que se seguía cobrando aun cuando el lugar estaba lleno.
El momento llegó, apareciendo uno por uno y haciendo sonar sus instrumentos, las notas de una canción se percibió. La euforia hizo retumbar el lugar cuando apareció Carlitos con su original energía. Y así, “mata hippies” fue la canción que abrió el evento.
Canciones de sus anteriores discos fueron las que dominaron el concierto, “ratas”, “tu ira”, “cabezas rapadas”, “violencia”, “animal”, “todos al suelo”; pero de las más esperadas, fue sin duda “espíritu del oi!”, ya que es una de sus canciones más famosas, pero sobre todo, una canción con una carga de motivación y emociones para los que siguen en la escena punk y skin.
Los asistentes, a mitad del concierto, recibían gotas que venían del techo, algo lógico cuando por fuera estaba la lluvia, mientras que dentro de “el jefe de jefes”, la adrenalina y el pogo provocaban el sudor.
“A.C.A.B.”, una canción dedicada a las fuerzas de seguridad, también fue de las más coreadas. Su álbum más reciente no se quedó atrás, al sonar “resurgir”, Carlitos la dedicó a todos aquellos que pase lo que pase, siguen en el camino sin rendirse.
Y al darse cuenta, una hora había pasado entre música, sudor y golpes. La banda anunció que el concierto estaba por terminar, no sin antes tocar una canción que era más que deseada, con broche de oro, “torpedo” fue la última canción que se escucharía en su gira por México.
Después del concierto, otro problema: la salida. Todos se comenzaron a amontonar y empujar en el primer piso cerca de una escalera. Por fortuna y casi de milagro, se pudo ir saliendo poco a poco. La sorpresa estaba casi al bajar, en donde una señora de unos 60 años, aproximadamente, decía “con cuidado, jóvenes”.
La lluvia ya había parado, la calle estaba llena de gente y autos esperando pasar. Los puestos de playeras de la banda y discos estaban rodeados de personas. Cada quién a su camino, otra vez, pero todos con una experiencia en común.
La cancelación en el mes de enero y la espera desde entonces de todos sus seguidores había terminado. Non Servium no había decepcionado a nadie, ya que demostraron en sus conciertos ser unos auténticos rock´n´rollas.
Ellos tienen el puck completo.
